¿A quién le hago caso?

El primer problema con pedir consejos, es que es demasiado fácil. Cualquiera puede hacerlo, y de hecho todo el mundo lo hace.

Se habla de la conveniencia de no estar solo y de rodearte de personas que puedan ayudarte u ofrecerte buenos consejos. Pero, en ocasiones, demasiada retroalimentación puede ser perjudicial ¿en qué momento debes seguir tu intuición y dejar de escuchar? 

A veces suele suceder que cuando las personas aconsejan a otros, lo que hacen es decir lo primero que se les ocurre y si le haces la misma pregunta a la misma persona en otro momento, ¡podrías recibir diferentes respuestas contradictorias! Es bueno aprovechar a los demás para que te ayuden a estimular nuevas ideas, pero nunca valores sus consejos sobre tus propias habilidades de emprendedor para resolver problemas que son tuyos y de nadie más.

¿ A QUIEN LE HAGO CASO?

Cuando pidas consejos analiza que la información que recibas sea:

• Relevante, es decir que te sirva.

• Certera, porque si el consejo no aplica para tu vida,aunque haya funcionado para otro estarás frente a un consejo erróneo.

• Actual, si vas a recibir sugerencias basadas en lo que ha funcionado en el pasado para otro ten en cuenta que no necesariamente aplicará en el futuro para tí.

Recuerda que en el largo plazo, un emprendedor que decide por el mismo, crea soluciones  a los problemas y fija sus propios rumbos en general toma el mejor camino para su empresa. 

Asesórate por expertos pero al mismo tiempo intenta obtener tus propias respuestas. ¡Podrías ser tu mejor consejero!